Para ir a la cueva del tesoro lo mejor es entrar a Chulilla por el camino del Baranquillo se trata de una carretera que nace al poco de pasar la piscina municipal. esta carretera te lleva a la zona sur del pueblo que se llama Barranquillo. Desde allí podemos bajar todavía más el coche y dejarlo casi al nivel del río. Cerca de la depuradora hay espacio para varios coches.
A partir de ahí el camino no tiene muchos problemas. Hay que cruzar el puente sobre el río Turia y una vez lo hayamos apsado seguir por el camino que se inicia a la derecha que está correctamente señalizado.
Antes de pasar el puente podeos observar como en la parte inquierda entre olmos muertos y quizás algún chiopo se encuentran los restos del lavadero antiguo del pueblo. Se puede imaginar el gran trabajo de las mujeres del pueblo al tener que subir la ropa lavada desde el río hasta las casas.
Una vez iniciado el camino nos damos cuenta que esta ladera de la montaña es pura cara norte y gracias a ello es muy húmeda incluso en verano. De hecho cuando ha habido incendios en esta zona casi ni se ha notado y al poco tiempo estaba todo verde otra vez. Esto también pasa por haber una mayor biodiversidad. No solo hay pinos, hay fresnos, durillos, lentiscos, coscojas, carrascas. Hacemos especial atención a los fresnos de flor que es una especie muy poco frecuente de ver y que sólo crece en entornos de montaña muy húmedos. Al avanzar en la amrcha nos encontraremos con un pequeño barranco. Se ven algunas rocas muy grandes y si te fijas puedes ver como los fresnos son una especie abundante en esa zona. Durante los primeros días de noviembre este barranco se tiñe de rojo otoñal hasta que los fresnos pierden las hojas.
Seguimos marcha. Llega un momento en el que nos topamos con otro barranco y más o menos en este punto la ladera se tuerce y ahora caminamos hacia el norte. Aquí podemos bajar un poco hacia abajo y llegar a la cueva del Gollizno.
Se trata de una cueva con un gran estrato como techo. A veces se ven cabras salvajes por la zona y se aprecia sobretodo el monte del castillo por detrás, así como una panorámica del río Turia a su paso por Chulilla.
Es un buen sitio para tomar algo antes de volver a la senda principal y entrar en el barranco de la punta.
Como nota anecdótica contaros que cuando llueve mucho como por ejemplo tras una tormenta fuerte o una gota fría se forma una cascada que cae justo por encima de esta cueva. A veces puede durar varias semanas pero lo normal es que dure solo unos días mientras haya agua en el barranco de la Punta.
Seguimos el camino y nos adentramos en el barranco de la Punta. mejor no pasar por aquí cuando lleve agua. Pero si os gusta el peligro o los caminos complicados siempre se puede intentar pasar.
Al estar dentro del barranco vemos como poco a poco las apredes se estrechan y llega un punto en que el barranco se bifurca. El camino sigue la vertiente izquierda donde las apredes se estrechan todavía más y hay que escalar un poquito. Enseguida llegamos a la entrada a la cueva del Tesoro.
La cueva del Tesoro de Chulilla se trata de una cueva de bastante longitud pero no es una cueva de fácil acceso. La entrada es muy angosta. Hay que entrar reptando y seguir así unos 25 metros hasta llegar a una sala grande donde con la luz adecuada se ven las típicas estalactitas y estalagmitas. En este punto hay que contar que es mejor ir bien preparado con luces y cuerdas y demás complementos para espeleólogos. Por ejemplo, del camino de entrada a la sala principal hay unos 3 metros de desnivel. Hace 40 años encontraron un muerto en esta sala y llevaba desaparecido 10 años. Supongo que ahora habrá más aficionados a la espelología pero 10 años sin que entre nadie a la cueva son muchos años. Si lograis bajar a la sala principal y seguir avanzando luego hay otra sala. Haced fotos si podéis y subirlas a las redes como Twitter o Instagram con los hashtags #chulilla #cuevaTesoro y así todos podemos ver hasta donde habéis llegado.
La ruta estaría acabada aquí pero podeís seguir el barranco arriba y ver muchas más cosas: otra cueva pequeñita, subir al pico de La Punta y ver desde allí el embalse de Loriguilla, caminar hasta el meandro del Turia y ver el charco azul desde arriba o incluso ir hacia los puentes colgantes y acabar la ruta por esa zona.